Moody’s recorta calificación de Japón por la incertidumbre fiscal
En tanto, mayor inversión empresarial en el tercer trimestre anticipa una contracción más suave que la calculada previamente en dicho período.
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La agencia Moody's rebajó ayer la nota crediticia de Japón, lo que representa un duro golpe para el primer ministro Shinzo Abe a sólo dos semanas de las elecciones anticipadas en las que busca obtener un nuevo mandato para aplicar el programa con el que pretende reactivar la actividad.
La calificadora recortó el rating de la tercera economía mundial desde Aa3 a A1 y mantuvo la perspectiva estable. La firma citó como los principales factores a la agudizada incertidumbre sobre el alcance de las metas de reducción de déficit fiscal y la inquietud sobre el momento y la efectividad de las políticas que apuntan a fortalecer el crecimiento.
Esta es la primera baja de la calificación nipona por parte de las principales agencias desde que Abe asumió a fines de 2012.
Tom Byrne, funcionario regional de Moody's, detalló a Reuters que la acción está fuertemente vinculada con la determinación del gobierno de aplazar en 18 meses la segunda alza en el impuesto a las ventas que estaba programada para octubre del próximo año. Esto hace más desafiante que la nación logre su objetivo de un superávit presupuestario primario a 2020.
"Existe preocupación de que la política fiscal en su estado actual no alcanzará las metas fiscales a largo plazo", afirmó.
La deuda pública japonesa, que actualmente duplica el tamaño de su economía, es la mayor del mundo.
La compañía advirtió que existen crecientes riesgos de un incremento en los rendimientos de los títulos soberanos que podrían dificultar el manejo de la deuda.
"Los esfuerzos del Banco de Japón de elevar la inflación a 2% podría eventualmente poner presión sobre los rendimientos de los bonos gubernamentales y, de esta manera, subir los costos de financiamiento del gobierno", aseguró Moody's. "Las crecientes tasas de interés aumentarían el gasto y contrarrestarían las ganancias de la solidez de los ingresos", añadió.
Campaña electoral
El anuncio de la calificadora se produjo horas antes de que comenzara la campaña electoral para los comicios del 14 de diciembre. En un debate televisivo, el premier destacó que la nación mantiene su compromiso de reforma fiscal y que la política ultra flexible del organismo emisor no busca monetizar la deuda pública.
La rebaja en la nota "es particularmente mala para Abe, porque la oposición puede atacarlo por esto antes de la elección", comentó a Reuters Hiroshi Miyazaki, economista senior de Misubishi UFJ Morgan Stanley Securities. Sin embargo, los candidatos tuvieron problemas para articular sus críticas en contra del líder del Partido Liberal Democrático durante el debate.
Kazuhiko Ogata, economista jefe para Japón de Credit Agricole, aseveró a Bloomberg que la movida de Moody's "sirve como un buen recordatorio para los votantes de que la situación fiscal es terrible". El analista agregó que "esto debería empujar a Abe a acelerar sus esfuerzos de primero revivir la economía y luego trabajar en la consolidación fiscal".
La economía será un tema más importante en estos comicios que la seguridad o la energía nuclear. Un sondeo del periódico local Asahi reveló que 47% de los encuestados cree que la economía sería un factor relevante en su decisión.
Mayor inversión
Aunque Abe podría recibir una inesperada ayuda. La inversión de las empresas japonesas trepó más de lo esperado en el tercer trimestre, lo que indicaría que la contracción en dicho período fue menor a la calculada inicialmente.
El Ministerio de Finanzas informó que el gasto en capital avanzó 5,5% anual, muy por encima de la estimación de 1,8% de los expertos encuestados por Bloomberg. Las ganancias corporativas saltaron 7,6% y las ventas se expandieron 2,9%.
El desembolso empresarial "está creciendo gradualmente, con el nivel siendo más alto que antes del gobierno de Abe, pero aún no es tan resiliente", sostuvo a Bloomberg Takeshi Minami, economista jefe de Norinchukin Research Institute.
Sin embargo, "el público todavía no califica al Abenomics positivamente, porque la mayoría de la gente no está mejor dado que los precios están subiendo más rápido que los salarios", acotó.
Las cifras serán usadas para corregir el PIB entre julio y septiembre, dato que se dará a conocer el 8 de diciembre y que originalmente mostró que la economía se contrajo 1,6%, con lo que la nación entró en una recesión técnica.
Koya Miyamae, economista senior de mercado financiero e investigación económica de SMBC Nikko Securities, ve altas probabilidades de que el PIB sea revisado al alza. Si el nuevo dato muestra un crecimiento, "la afirmación de los partidos de oposición que Abenomics ha fracasado perdería una base y los mercados verían eso como un viento de cola para los partidos gobernantes".